sábado, 7 de noviembre de 2009

CORRETEADO POR LOS PAPARAZZI

Trabajando para los famosos corre uno el riesgo de en cualquier rato ser confundido con artista. (Y no andan errados).
En una ocasión por poco y me atrapan las lentes de los paparazzi, (en un video de Youtube soy el fantasma de blanco que se asoma por dos segundos a la puerta y desaparece, no se vayan a interesar las güeras por mí y a sacarme del anonimato).
Seguido nos encontramos con esa turba de mechudos y cegatones camarógrafos y fotógrafos, cuyo único trabajo es salir a pajarear por las calles de West-Hollywood, Beverly Hills o Mid City, lugar donde se encuentra Joans on third, hermosísimo santuario donde se preparan deliciosos bocadillos para los rostros más famosos de Hollywood.
Los paparazzi, a pesar de que enfrentan serios riesgos a manos de los guaruras que cada luminaria trae para su protección, son como los perros de rancho; siguen tragando güevos, aunque les partan el hocico.
Esta gente tiene contactos entre los empleados de este y otros negocios, quienes les avisan y se dejan venir como abejas africanas.
En Joans on third no se permite hacer eso. La dueña nunca ha visto bien a los paparazzis ni a quienes los ayudan. Ya van dos empleados corridos por andar de chismosos avisándoles acerca de la sorpresiva visita de tal o cual estrella del cine o la televisión.
Algunas veces participamos del juego, pero burlándolos, cosa que divierte a la dueña del negocio. Sabemos que hay decenas de estos tipejos y fuamm, salimos dos sandwicheros a descanso (brake) y soltamos el grito yeyyy... recibiendo primero una lluvia de cegadores flashazos y luego el conocidísimo grito groserón de: fakiuuuu. El sueño de ser famosos cada día se vuelve realidad. Estoy seguro de que ya cuando los paparazzi revisan su material se dan cuenta de lo desperdiciado que estoy, empleado aquí en revolver ensaladas cuando debería estar desbordando mi talento en el celuloide.
El negocio de los paparazzi es lo que más odia la dueña pues le espanta su clientela.
A veces estamos tan entretenidos y ocupados en nuestras rutinas de trabajo, casi en meditación budista, que no reparamos en tan altas personalidades, nos enteramos hasta el rato. Muchas de las veces fingimos un amplio conocimiento sobre las superproducciones del cine norteamericano. Nuestra cercanía a la Meca cinéfila nos hace voltear nuestra mirada palaciega, por encima del gorrito que cargamos, para decir, como el gobernador Schwarzenegger: see you later...hasta la vista, beibis...
Un día voy a salir disfrazado de Whoopi Goldberg, primero asomaré un muslo al desnudo, luego mi peluca y mis ojos tras las gafas, enseguida el busto relleno con un par de lechugas italianas, y me caerá a granel la marabunta de cámaras. Hasta que asome por completo y les dedique un jarabe tapatío, todo para felicidad de mi patrona. Si algo tengo es ser muy granjeador.
Y ahora recuerdo que algún día he de hacer un programa por T.V. que se llame “El show del mojado”. Y bueno, si Obama es premio Nobel, yo también lo seré, en Literatura

EL TRANSPORTE PUBLICO DE LOS ANGELES...AVENTURAS SOBRE RUEDAS !!!

AHHH...QUE DIAS AQUELLOS, LOS DE MIS DOS PRIMERAS SEMANAS COMO RESIDENTE ILEGAL DE LOS ESTADOS UNIDOS...LLEGAR A LOS ANGELES CALIFORNIA Y NO PROBAR LA FORTUNA DE ABORDAR ESOS TREMENDOS CAMIONZOTES DE LA MTA (METROPOLITAN OF TRANSPORTATION AUTORITY) ES COMO IR A LA LUNA Y NO PEGAR ESOS BRINCOTOTES QUE DIO NEIL ARMSTRONG, CUANDO ESTUVO POR PRIMERA VEZ EN LUNATICO SUELO... NOMBRE, UNO ACOSTUMBRADO A LOS DESTARTALADOS, RUIDOSOS Y CONTAMINANTES CIRCUITOS Y COMBIS DEL TEJUINERO MUNICIPIO DE TEPIC, NO PUEDE DEJAR DE CAUSAR ASOMBRO EL TAMAÑO DE LAS UNIDADES DE TRANSPORTE Y SU SOFISTICADO EQUIPAMIENTO Y SISTEMA DE OPERACION...

CARROS CUYO MOTOR SE ACCIONA CON GAS, SISTEMA HIDRAULICO DE ELEVADA POTENCIA...TRIPULADOS POR TRABAJADORES MUY BIEN UNIFORMADOS, CON PANTALON O SHORT, CAMISOLA Y GORRA, COMBINADOS EN ARMONIOSO COLOR AZUL CLARO, MARINO Y NEGRO...

EL SISTEMA DE TRANSPORTE SE COMPONE DE UNA AMPLIA RED DE LINEAS DE AUTOBUSES (BUSES O BASES-PRONUNTIATION), BASES LARGOS DE DOBLE WAGON...MICROBUSES, Y TRES LINEAS DE METRO SUBTERRANEO, QUE ABARCAN EN TODA SU EXTENSION GEOGRAFICA EL AREA CONURBADA DE ESTA GIGANTESCA Y BULLICIOSA METROPOLI...

NO ES COMO EN TEPIC, DONDE LOS NIETOS DE DON NATIVIDAD RAMIREZ, ALIAS EL PELOTAS (QEPD), EL TORTERIN, EL PELUCAS Y CIENTOS DE CONCESIONARIOS Y PRESTANOMBRES, REGENTEAN AL PULPO CAMIONERO CONOCIDO COMO ACASPEN...ASPEN...Y NO SE CUANTOS MAS...EL MTA... SE PRECIA DE SER LA EMPRESA DE TRANSPORTE MAS GRANDE Y ORGANIZADA DEL PAIS, CLARO, CON TANTO MOJADO QUE NO PUEDE MANEJAR SU PROPIO AUTO POR FALTA DE LICENCIAS PARA CONDUCIR, APROVECHAN ESA GRAN DEMANDA PARA IMPONER TARIFAS QUE A MUCHOS LES PARECEN INJUSTAS Y ALTAMENTE LUCRATIVAS...

BUENO, AL MARGEN DE LAS POLITICAS...DEJENME NARRAR MIS NUMEROSAS EXPERIENCIAS, MIS TAQUICARDICAS CARRERAS PARA ALCANZAR EL BAS... LAS CHAMBAS QUE PERDI POR NO TOMAR EL BAS A TIEMPO...MIS AMISTADES DEL BAS...UNA QUE OTRA AVENTURILLA SOBRE RUEDAS...NEGOCIOS SOBRE RUEDAS...MI SALA DE TERAPIA SICOLOGICA Y TRASCENDENTAL; EN FIN MI MUNDO, EL MUNDO DE LOS INDIOCUMENTADOS A BORDO DE UN AUTOBUS, NARRADO POR GASPARIN, EL SUPERPASAJERO CON AIRES DE AVENTURERO COSMOPOLITA, PERO CON GRANDES HABILIDADES COMO LOS NIÑOS CIRCUITEROS DE TEPIC...ESOS QUE SE SUBEN A PASEAR Y AL RATO SUELTAN SUS GORGORITOS CANTANDO BIEN FEO, PERO GANANDOSE SUS BUENOS TOSTONES...

AL TERCER DIA DE HABER LLEGADO A LA IMPRENTA-TALLER DE MI AMIGO LALO, ASOME MI ADOLORIDA Y RASPONEADA CABEZA A LA ACERA DE LA CALLE HOOVER, PARA VER COMO SE VEIA LA CIUDAD SIN MI...
LO PRIMERO QUE VI FUE EL TREMENDO TRAFICO Y SORPRENDENTE VARIEDAD DE MODELOS Y MARCAS DE AUTOS...NINGUN CARRO SE REPETIA, MODELOS DIVERSOS EN CANTIDAD, NO COMO EN MEXICO QUE VES UN MADRALAL DE NISSANS, DODGES, CHEVIS, EN FIN NO LLEGAS A VER NI UNA DOCENA DE MARCADAS DISTINTAS, OBVIAMENTE LAS DESTARTALADAS TORTUGUITAS VOLGSVAGUEN O LOS AGUANTADORES DATSUNHUEVITOS...BUENO, PUES ACA NO ES ASI...TITIPUCHAL DE MARCAS DE AUTOS Y AGUAS...ENTRE LA RETAHILA DE AUTOMOVILES SOBRESALE LA IMAGEN DE UN CAMIONZOTE DE POCAS, COLOR BLANCO CON AMARILLO Y GRISESITO...LINEA 200 ALVARADO ST. M.L. KING...BUENO YA VERIA OTRAS LINEAS Y NOMBRES DE RUTAS BIEN RAROTES E INCOMPRENSIBLES PARA MI MOLOLOENSE INGLES...

DON GIL, ANCIANITO DE 67 A@OS, CON EL QUE COMPARTIAMOS TRES METROS CUADRADOS DE SUELO PARA DORMIR, ME DIO LAS PRIMERAS ORIENTACIONES PARA VIAJAR EN AUTOBUS...ME DIJO, MIRA, LO PRIMERO ES PERDER EL MIEDO A QUE LA MIGRA VIAJA EN ESTOS AUTOBUSES...AQUI NO HAY MIGRA, ES MAS LOS POLICIAS QUE TU VES NO SON DE LA MIGRA, NI TE VAN A REPORTAR...VALIOSO CONSEJO, PUES YO ANDABA ALGO PARANOICO Y ASI COMO LE PASABA A LA INDIA MARIA, ASI MISMO HUIA DE LOS UNIFORMADOS TECOLINES O CUICOS ANGELINOS...ASI QUE A TOMAR EL BAS...LO PRIMERO, PAGAS EN EFECTIVO 1.25 DOLLAR O LE AVIENTAS UN TOKEN A LA MAQUINITA ESTA....SPRIIIIIIRNKLD Y YA ESTUVO...AHORA SI QUIERES HACER MAS DE UN RIDE O VIAJE, PUES ECHALE UNA CORA (UN QUARTER O.25 CTVS DE DOLLAR) SPRAAAAARNDRL Y AL CAER LA MONEDITA EL DRIVER (CHOFER) TE VA A DAR UN TRANSFER (BOLETO DE TRANSBORDO) Y AHORA SI A SENTARSE SI HAY ASIENTOS Y SI NO A EXPANDIR OLORES POR LA AXILA...SI TE SIENTAS ADELANTE COMO LAS NIÑAS BUENAS DEL COLEGIO, PODRAS PEDIR MUY BIEN TU PARADA, JALANDO EL CORDONCITO, O PUCHANDO AQUEL BOTON CERCANO AL MANERAL DE LA ENTRADA...SI TE GUSTA ESTAR, COMO EL BORRACHO, HASTA ATRAS, PUES A DECIR ESQUIUSMI (EXCUSE ME) TRATA DE NO DECIR COMPERMISO, COMO EN TU PUEBLO, PORQUE AQUI TODOS SON MUY MALPENSADOS Y VAN A PENSAR QUE LES ESTAS DICIENDO COSAS FEAS E INAPROPIADAS ...ESQUIUSMI..ESQUIUSMI...TENQUIU, TENQUIU YA VES, ASI LLEGAMOS HASTA ATRAS, COMO LOS TANATES DEL PERRO...ESO ES TODO, RECUERDO A DON GIL...MI PRIMER GUIA DE TRANSPORTE.

CHILA TIENE UN NUEVO AMOR.

Al compás de la canción de Mocedades, que dice: “¿dónde estás corazón?”, los compadres ahogan sus penas en la botella.
“¿Dónde estás corazón, no oigo tu palpitar?...”
Y al ritmo de la nostalgia discuten, alzan la voz, crispan los puños. Hay rabia contenida. Ociosidad, decidia, el miedo, el mañana incierto disparan el arrebato convertido al filo de la media noche en típico pleito alcoholizado.
Mauricio y David son compadres y hermanos carnales, jóvenes labriegos que dejaron atrás, en la distancia y el tiempo, la tierra de sus abuelos, de sus padres y hermanos. Olvidados del campo y querencias, emigraron, como muchos individuos, al encuentro de otra vida.
Llevan toda la tarde tomando. Es sábado, anoche comenzó la farra en el salón de baile. Hubo de todo, dancing, bebidas y el ruidoso y gratificante reencuentro con las amigas de siempre. Noche de copas, de placer, derroche, escándalo. A su apartamento llegan quién sabe cómo y a qué horas.
Por la mañana, la línea telefónica, cuya terminal encuentra nido en estropeado y resquebrajado aparato receptor, repiquetea con insistencia en los tímpanos de aquel par que ignora la señal de esas voces clamando desde su natal Mexquititlán, municipio de Amealco, Queretaro, un poquito de atención, una conversación, unas palabras de amor.
“Es tan grande el dolor que no puedo llorar…”
En elevadísimo volumen la melodía, eterno replay, se escucha desde el destartalado aparatejo, los decibeles son suficientes para sofocar el insistente rinnngg de sus viejitos, de sus respectivas novia y esposa. La desazón invade a la familia. Semana tras semana, las mañanas de cada sábado, insisten en comunicarse, sin recibir respuesta. Han quedado en abandono, endeudados, por la razón de que vendieron hasta el último animalito para completarles el pasaje. Pero ellos llegando al vecino país del norte los olvidaron.
Mauricio y David tratan de distraer las penas y frustraciones y la imagen de los ancianos padres que sobreviven a duras penas, y de la esposa que sólo ve platos vacíos y la mugrienta cara de unos niños que seguido preguntan: mamita, ¿dónde está mi papá?
Con la mente obnubilada, la boca reseca por la cruda despiertan de su farra a la realidad, sin dinero y unas irresistibles ganas de seguir bebiendo.
Desde hace tres años llegaron al este de Los Angeles, ciudad muy populosa y conocida por su irreductible arquetipo mexicanista. No han mandado un centavo a sus parientes, gastándose lo que les va quedando en borracheras y mujercitas en turno. Más que la falta de llanto es la falta de tranquilidad, la culpa.
“La quería yo tanto y se fue, para nunca volver…”
David piensa en su mujer, la Chila, Cecilia Virgen decidió salirse de casa de sus padres con todo y chamacos.
Dicen que la ven todos los sábados en el mercado municipal, sonriente, complacida y vanidosa, cargando una pesada canasta con harto, rete harto mandado, acompañada por
Julián, el nuevo amor de su vida.

PASANDO FRONTERAS

Conforme se avanza en el camino, el cargamento de pollos va pasando de mano en mano, siendo tratados realmente como auténticas aves de corral. Plumíferos de exportación Made in Mexico (Y demás países).
Dicho trato se acentúa por la gran dificultad para pasar sin papeles al “norte”. De hecho, es imposible cruzar la frontera en los puntos convencionales, debido al muro y puestos de vigilancia y rondines permanentes de patrullas.
Hay, por ejemplo, entre los mil aditamentos de equipo y personal de vigilancia, cuatrimotos que andan entre la maleza; se han dispuesto agentes de la Migra al estilo Rambo que se internan por lugares intrincados y peligrosos siguiendo a los grupos de mojados. Se utilizan cámaras infrarrojas, equipos de transmisión, etc.
Además, desde la implementación de la "Operación guardián", los aviones y helicópteros se auxilian con las señales de una especie de planeadores o pequeños papalotes, que son lanzados de cuando en cuando provistos de cámaras ultrasensitivas, giratorias, capaces de captar movimientos a miles de millas de distancia.
Lo más común es la instalación de una gigantesca línea de alambre con sensores. Placas que están ocultas bajo suelo arenoso y funcionan como alarmas para movilizar de emergencia a las patrullas más cercanas.
Entre la maleza hay también pequeños dispositivos electrónicos que hacen funciones de detección y aviso.
Para los patrulleros gringos resulta divertido, remunerativo y apasionante, mejor que perseguir venados, cazar ilegales, ya que por determinada cuota de detenciones tienen estímulos extras; pago de bonos, ascensos, premios y condecoraciones, despensa, remuneración especial el día del padre (son amorosos, hogareños y amantes de su familia), medalla de honor y pergamino por ser elemento útil a la madre patria, “güera” que hay que defender, a toda costa, de los impertinentes y mugrosos indocumentados que osan meterse entre su falda (la línea es sólo el holán).
Por todos estos motivos las bandas del coyotaje buscan rutas definitivamente intransitadas, lo más agreste e inaccesible del monte. Ahí donde sólo las cabras o las víboras y otras alimañas pueden escurrirse. En esta área, los coyotes acercan en el primer arrastre hasta un centenar de pollos, dejándolos a cosa de cien metros de la línea. En delante todo es andar agazapados, esconderse, esperar para burlar las patrullas, y luego cruzar el límite e internarse, por casi dos días de camino, en aquellos parajes de los que muchos no salen vivos, hasta llegar al lugar del “levantón”, en determinado lugar de la super carretera Free Ocho, sitio que los coyotes eligen estratégicamente, según ande el patrullaje, comunicándose constantemente por celular y movilizando amplia red de contactos que tienen diseminados en gran territorio.
En esta travesía Lupita afrontó episodios desagradables, el trato de gente demasiado rústica, hombres maleducados, desaseados, groseros y agresivos.
Por su excepcional anatomía de suculenta polla despertaba deseos irrefrenables. Si no ha sido porque doña Chencha pidió cuidado extremo para la muchacha, seguro hubiera caído entre las garras de algún maniático ojisaltón. Con aquel bamboleo de caderas propio de ella, Lupita podía reactivar los deseos incluso de un cadáver.
A causa de esta Venus del Monte, (o del Cerro, en que iban), hubo momentos muy tensos en el ánimo de los pollos, mentadas de madre, connatos de bronca. Pero el orden se imponía. La recomendación pesaba. Chencha era influyente gracias a su gran amistad con un sobrino de doña Lucha, la pollera mayor.
Se debe remarcar que Lupita siempre tuvo de Chencha, respaldo y ayuda, la conexión, la responsiva por el pago de la pasada, incluyendo el pasaje de avión, gastos de taxi, comidas, etc.
Aún con ese espaldarazo, la tepicense sufrió las de Caín en su afán de llegar a la tierra que mana leche, miel y muchos billetes verdes.

NOAM CHOMSKY: AMERICA LATINA, EL MEJOR LUGAR DEL MUNDO !!!

David Brooks, Hermann Bellinghausen y Luis Hernández

América Latina es hoy el lugar más estimulante del mundo. Por primera vez en 500 años hay movimientos hacia una verdadera independencia y separación del mundo imperial; se están integrando países que históricamente han estado separados. Esta integración es un prerrequisito para la independencia. Históricamente, Estados Unidos ha derrocado un gobierno tras otro; ahora ya no puede hacerlo.

Brasil es un ejemplo interesante. Hacia principios de los 60, los programas de (Joao) Goulart no eran tan diferentes de los de (Luiz Inacio) Lula. En aquel caso, el gobierno de (John F.) Kennedy organizó un golpe de Estado militar. Así, el Estado de seguridad nacional se propagó por toda la región como una plaga. Hoy día Lula es el muchacho bueno, al que están tratando de cultivar, en reacción a los gobiernos más militantes en la región. En Estados Unidos no publican los comentarios de Lula favorables a (Hugo) Chávez o a Evo Morales. Los silencian porque no son el modelo.

Hay un movimiento hacia la unificación regional: se empiezan a formar instituciones que, aunque no funcionan del todo, comienzan a existir. Es el caso de Mercosur y Unasur.

Otro caso notable en la región es el de Bolivia. Después del referendo hubo una gran victoria, y también una sublevación bastante violenta en las provincias de la Media Luna, donde están los gobernadores tradicionales, blancos. Un par de docenas de personas murieron. Hubo una reunión regional en
Santiago de Chile donde se expresó un gran apoyo a Morales y una firme condena a la violencia, y Morales respondió con una declaración importante. Dijo que era la primera vez en la historia de América Latina, desde la conquista europea, en que los pueblos habían tomado el destino de sus países en sus propias manos sin el control de un poder extranjero, o sea Washington. Esa declaración no fue publicada en Estados Unidos.

Centroamérica está traumatizada por el terror reaganiano. No es mucho lo que sucede allí. Estados Unidos sigue tolerando el golpe militar en Honduras, aunque es significativo que no lo pueda apoyar abiertamente.

Otro cambio, aunque atropellado, es la superación de la patología real en América Latina, probablemente la región más desigual del mundo. Es una región muy rica, siempre gobernada por una pequeña elite europeizada, que no asume ninguna responsabilidad con el resto de sus respectivos países. Se puede ver en cosas muy simples, como el flujo internacional de capital y bienes. En América Latina la fuga de capitales es casi igual a la de la deuda. El contraste con Asia oriental es muy impactante. Aquella región, mucho más pobre, ha tenido mucho más desarrollo económico sustantivo, y los ricos están bajo control. No hay fuga de capitales; en Corea del Sur, por ejemplo, se castiga con la pena de muerte. El desarrollo económico allá es relativamente igualitario.

Control debilitado

Había dos formas tradicionales con las que Estados Unidos controlaba América Latina. Una era el uso de la violencia; la otra, el estrangulamiento económico. Ambas han sido debilitadas.

Los controles económicos son ahora más débiles. Varios países se han liberado del Fondo Monetario Internacional a través de la colaboración. También se han diversificado acciones entre el sur, en lo que la relación de Brasil con Sudáfrica y China ha entrado como factor. Han podido enfrentar algunos problemas internos sin la poderosa intervención de Estados Unidos.

La violencia no ha terminado. Ha habido tres golpes de estado en lo que va de este siglo. El venezolano, abiertamente apoyado por Estados Unidos, fue revertido, y ahora Washington tiene que recurrir a otros medios para subvertir al gobierno, entre ellos ataques mediáticos y apoyo a grupos disidentes. El segundo fue en Haití, donde Francia y Estados Unidos tiraron al gobierno y enviaron al presidente a Sudáfrica. El tercero es el de Honduras, que es un asunto mixto. La Organización de Estados Americanos asumió una postura firme y la Casa Blanca tuvo que seguirla, y proceder muy lentamente. El FMI acaba de otorgar un enorme préstamo a Honduras, que sustituye la reducción de asistencia estadunidense. En el pasado éstos eran asuntos rutinarios. Ahora esas medidas (la violencia y el estrangulamiento económico) se han debilitado.

Estados Unidos está reaccionando y ha dado pasos para remilitarizar la región. La Cuarta Flota, dedicada a América Latina, había sido desmantelada en los 50, pero se está reahabilitando, y las bases militares en Colombia son un tema importante. (Continuara)

viernes, 6 de noviembre de 2009

PAJAROS EN EL NIDO DEL TIO SAM

Tras subir al automóvil, Lupita llegaría a saber que Tony era ex presidiario y Lenny se beneficiaba del Wellfare con estampillas de comida, condonaciones diversas, ayuda para el pago de renta (sección 8), dinero, becas, hospitalización y gastos para medicina, aportaciones a quienes califican en el programa de prevención en el consumo de drogas, etc.
Esto lo empezó a descubrir al hacer la inocente pregunta de los sesenta y cuatro mil: ¿En qué trabajan ustedes? —Ahh, vaya pregunta ofensiva. ¿Y a qué viene tanta violencia? ¿Trabajar nosotrooos?, ni que fuéramos ilegales, pollos brincando de un gallinero a otro.... bahhh—, dijo él aventando por la ventana de su chimuela dentadura el mil uno escupitajo del día.
Lupita advirtió que sus preguntas encontrarían múltiples evasivas y gran misterio de parte de esos dos que a leguas se veían como redomados y auténticos güevonazos, mantenidos del gobierno gringo, así que cerró sus ojitos negros y entró en meditación, más luego los abrió desmesuradamente viendo las espléndidas imágenes que encontraba a su paso. La amplia Manchester Av. a esa hora lucía atestada de coches, camionetas y numerosos autobuses que en cada esquina paraban para tragar y deyectar decenas y decenas de apresurados pasajeros, que iban o venían de aquí para allá por esas agitadas calles del monstruo de concreto maquillado de verdes pastos y multicolores rostros y cuerpos humanos, que le daban un especial aire de movilidad y energía.
A izquierda y derecha del ruidoso automotor cruzaban ráfagas, vehículos a muy alta velocidad, otros lentamente se desviaban por alguna calle secundaria para perderse entre el modernista y urbanizado emplazamiento de edificios. Se sorprendió de que aquí no se vieran los escombrosos y sucios baldíos que en su tierra hay por todos lados. También advertía que el vehículo, con todo y lo estropeado que estaba, no daba ningún brinco. La avenida Manchester, al igual que las demás que iba recorriendo con su vista, se notaba parejita, lisa, sin ningún bache o grieta que le deformara la tersa arquitectura. Alucinante el recorrido, con altos edificios, bellos jardines y luminosos anuncios, panorama que su vista advertía más allá de la sucia carrocería que la conducía al hogar de los Martínez.
La radio que todos escuchan la 97.9 la raza, la estación de los madrazos... Y toda la gente pregunta: en qué trabaja el muchachooo... se escuchaba por la radio, que a muy alto volumen liberaba sus ondas hertzianas, para darle a conocer a Lupe que aquí hay algo más que la XEOO o Radio Korita de un gustado, juvenil y jacarandoso espacio en la F.M. del pintoresco valle del Matatipac.
El pequeño automóvil dobló hacia la avenida Vermont, Tercera y New Hampshire, para llegar al 412 sur de esa angosta calle.
Ahí estaba el Gaylord Building Apartments, edificio de cinco niveles, donde hacían nido aquel par pájaros bendecidos por las dadivas y lisonjas del tío Sam.
A dónde me he venido a meter, pensó Lupita, al ver que el vecindario estaba repleto de cholos al igual que sus anfitriones. Por la ventanilla asomó a verla un tipo mostrando su enorme lengua con incrustaciones y pendientes y unos ojos turbios como de víbora drogada. No pudo reprimir un grito de pavor que hizo soltar carcajadas a Tony y Lenny. “Pero si no te va a pasar nada —dijo él— aquí habemos nayaritas como tú".
¿Cómo yo? pensó ella. No eran precisamente los paisanos que uno anhelara conocer. Respiró hondo y se dijo: “A lo hecho, pecho, adelante”.

EL INGENIOSO DON MOJADO A SUS ANCHAS

Dice la canción: “¿Cuándo han sabido que un doctor o un ingeniero se haya ido de mojado para poder progresar, o que un cacique deje tierras y ganado, pa' cruzar el río Bravo, eso nunca lo verán...”
Pero yo acá en tierras del Tío Sam, tengo de amigos tres o cuatro maestros mexicanos, una abogada colombiana, una doctora ecuatoriana, dos empleados argentinos que viven como exiliados desde hace muchos años, y la lista continúa.
Claro, igual conozco gente pobre que salió de su comunidad sin conocer siquiera una letra de español.
Y supe de un nayarita, que luego fue alcalde de Xalisco. Se vino al norte para hacer dinero y poder pagar su campaña. A la postre resultaría triunfador de las elecciones.
Hay mojados de todos sabores y colores, formación, escolaridad, gustos, aficiones, motivaciones políticas e ideológicas, todos con el sueño de una vida mejor.
Los mojados no son exactamente una turba de campesinos gorrudos o enhuarachados con su morral al hombro, ni son todos ignorantes o pelafustanes sin ápice de educación o con una personalidad estilo Pito Pérez, el Chicote o el Chelelo. Somos gente de gustos algo lights, somos supremos, hemos desafiado el peligroso cerco policíaco que utiliza los más fieros mastines de la seguridad nacional gringa.
Y somos muy creativos. Vaya un ejemplo;
Don Matías nos alegró el camino; con una hojita de planta entre los labios, instrumental tan barato pero muy difícil de ejecutar, interpretaba el “Cielito lindo” de manera magistral. No se diga: “La barca de Guaymas”. De plano nos hizo chillar.
El Norris, el guía, chiflaba mejor que Pedro Infante, no sólo el Amorcito Corazón sino también la canción del Venado o el Baile del Perro. Se escuchaba superior a Wilfrido Vargas y Miky Laure juntos.
El Norris sí que sabe chiflar y andar en la procesión. Se aventó un “solo de jeta” como él decía, con el tema de amor de la película El Titanic. Y hasta el famoso “Dixieland” versión para mariachi a trompeta de carrillo inflado.
Somos gente excéntrica. El Chicastrón, alias que le sobrevino desde la niñez, personaje público, monaguillo en su pueblo de San Isidro, de maxilar protuberante y labios más abultados que Yony Laboriel (sin botox) o sea, algo trompudito, el amigo Chicastrón, Serapio, le llamaba yo por su nombre, él simplemente me pedía: profe, mejor llámeme el Chicastrón, tiene la extraña habilidad de hablar al derecho y al revés, así como cuando se te friega la cinta del cassete y la volteas, o como cuando se escucha la banda sonora de un disco, pero al revés. Si tú le preguntas como está, él te dice: neib, yum neib im ogima.
No sabe gran cosa de sintaxis o prosodia, pero se divierte traduciendo cuanta frase escucha a un lenguaje que parece árabe, mezclado con angoleño, huichol, arameo o chino mandarín.
Tal vez termine de intérprete en alguna embajada, traduciendo zulú al tibetano o sánscrito al papagayo. Volviendo políglotas a los pericos o enseñando marciano a las cacatúas y loros merolicos.

LA INSEGURIDAD EN LOS ANGELES

Cuando vine por primera vez a Los Angeles, hará diez años, esto estaba peor que ahora, proliferaban bandas de pandilleros pelones y tatuados, con el pantalón a media nalga.
Se enfrentaban mariguanos, había asaltos por doquier, balaceras, música ruidosa sobre todo por la noche. Y la policía se veía impotente.
Barrios sin ley, aceras invadidas por coquitos rapados bailando con chavitas igual tatuadas, con pelos pintados de azul, verde o morado y tremendos aretes y broqueles en orejas, lengua y ombligo.
No podía entrar a mi depa sin toparme con olas de loquillos viciosos cuyo fuerte era el consumo, venta y distribución de drogas. Los vecindarios eran zonas de guerra.
Doña Chabe, salvadoreña, decía: pobres niños, siempre sin calor de hogar, hoy vueltos criminales.
Doña Chabe tenía dos cipotes (chiquillos) en su país, con la abuela, bien portados y estudiosos. Y juraba: Si me hubiera metido con quien se me pusiera enfrente, no hallaría la puerta manteniendo un montón de vagos.
Por esos tiempos el programa de beneficencia Wellfare (uelfer, pronunciation) favoreció a las madres solteras. Toda mujer que diera a luz en los EU tendría asistencia médica, alimentación del bebé, ayuda para renta, cierta cantidad de dinero y estampillas de comida.
Como doña Chabe y Lucita, hubo madres que prefirieron dejar a sus hijos en sus lugares de origen, pero muchas otras generaron niños a expensas del Wellfare. Hogares disfuncionales, sin figura paterna, con la madre trabajando todo el día y los hijos abandonados a la buena de Dios.
Se vio incrementado el número de adolescentes embarazadas. Niñas criando niños. Ni las mamás solían darse cuenta que sus beibis esperaban beibi.
El papá, chamaquito inmaduro, con trastornos emocionales fruto también del abandono paterno, inmerso en la pornografía pululante, dejaba todo el paquete a la muchacha, quien terminaba echando el producto a la basura o en algún callejón. Acaso a las puertas de algún hospital.
Las balaceras de la Mara Salvatrucha (MS) y la pandilla de “la 18” y muchas otras fueron exterminadas con redadas y deportaciones masivas.
Pero las secuelas del embrollo persisten: madres solitarias, hombres aportando parte de su sueldo en la corte, por pensión alimenticia, jóvenes enfrentando proceso de probation (provechion-prueba).
Ante todo esto pienso: “casamiento (arrejuntamiento) de vagos, fábrica de pandilleros”.
Hoy el índice de inseguridad ha bajado, los mojados podemos desplazarnos por estas calles como divas del jale, llenar el cochinito y enviar algo de dinero a nuestras humildes familias que en México oran por nosotros y nuestros ilegales pasos en este gran país de ensueño, donde caminamos sin documentos en medio de güeros amantes de documentarlo y reglamentarlo todo.
Transitamos como Speedys González en este país que dice en sus billetes verdes: “En Dios confiamos”. Pero no confían en su hermano el hombre.

CUANDO LLEGUÉ CON MI MORRALITO

Cuando llegué a los Estados Unidos, sin apoyo de nadie, sin familiares ni amigos, sólo por el contacto de algún viejo conocido, me acogí como todos a la buena de Dios.
Recién desempacadito, pollo correlón, más valiente y aventurero que el gallito feliz, o aquel mujeriego del racatapunchichin, los modernos chicken runs, no sabía para dónde jalar. Los coyotes me miraban como diciendo: “¿acaso querrá que seamos sus padres adoptivos? ”
Entonces me tiraron enfrente de un domicilio que yo llevaba apuntado. Y arréglatelas como puedas. No esperaron a ver si era recibido o no, si quedaba en la calle no era su asunto. Ya se viera un coyote madre Teresa. Bai.
En el trayecto me dije; lo primero que debo hacer es ubicarme, porque de plano andaba todo norteado. Traté de saber dónde queda el sur y el oeste, ya que, me dije en sonrisa aviesa, el este y el norte son fáciles de ubicar. El este por la salida del sol y el norte por su olor a dólares, a dólares que son la gloria para el empobrecido hogar mexicano.
Por cierto, los barrios de Los Angeles se ubican no solamente por su acomodo geográfico o delineamiento oficial sino por la fisonomía de las distintas comunidades que a diario conviven e interactúan. Aquí cae toda clase de gente.
Al tío Sam mucho le favorecen los indocumentados, sean de la raza, país, sexo, religión o lengua que sean, no importa, siempre que trabajen fuertemente por bajísimos salarios y con pesadas cargas fiscales.
Lo primero que procura todo el que llega es casa dónde quedarse. Una vez que los coyotes me dejaron en la dirección que traía, toqué a la imprenta del amigo Lalo (acá se llama José, no sé por qué), y este hombre, como el de la Biblia, apareció para darme techo y salvarme. Casi me tiro a sus pies y le beso los callos.
Noté, para mi sorpresa, que por ahí había gente de todo color, pero ya cuando pude merodear por las calles aledañas a su taller encontré chaparritos y barrigones como yo, de pelitos parados, morenitos, puro mojado latino.
Alrededor del downtown existen varios anillos vecinales donde se advierte el predominio de inmigrantes latinoamericanos; mexicanos, centroamericanos, incluso sudamericanos.
Necesité varios días para aclimatarme. Al principio no asomaba ni las narices. Pensaba que en cuanto los gringos vieran mi pinta cora me echarían de su país con todo y chivas, arrastrando como fardo inservible. Temía de plano a las patrullas de policía, pero luego me animé y decidí salir a la calle tempranito. Compré el periódico en español, en el parque, con mis audífonos, escuché programas de radio hispanos, fui a los minimarkets y entonces vi membretes tan familiarizados con nuestros amados terruños y nombres de pila harto conocidos, apodos, etc, que casi me pongo a llorar de emoción: Adriana's insurance, mariscos Mi lindo Nayarit, Guadalajara mexican grill, Tamales Liliana, Birrieria mi carnalito, etc. Qué bonito sentí ese ambiente latino. Si hasta parece que estoy en Huentitán, dice el Hare Krisna Chente.
Me sentía de nuevo en mi tierra, aunque estuviera en las barbas del tío Gringorín.

AVE INTERPLANETRIA CON LLANTAS

Voy en el bus, nave intergaláctica con llantas. Esto es el futuro. La ciudad de Los Angeles se despliega ante mí como escenario de los Supersónicos.
Estos transportes son elefantes electrónicos, ligeros pese a su gran tamaño. Poseen sofisticado equipamiento computarizado (manejado cuasi por otro ordenador o, mejor, una edecán robotizada).
Su motor es el último grito de la combustión a gas, sistema hidráulico de elevada potencia. Su chofer trae varios megachips al cráneo, mirada estándar, uniformado como escolar—boy scout—marinerito (con su cajita del lonch por un lado).
Son buses tecnificados como lo sería un ovni para un granjero, o el Discovery ante una carreta de bueyes (sin ofender a nadie).
Se paga en efectivo a una maquinita, o puedes deslizar un pase de plástico. En el primer caso el driver (chofer) te va da un transfer (boleto de transbordo). Siempre me ha sorprendido cómo los choferes pueden hacer todo esto y manejar. Aunque claro, los mexicanos son más diestros para cobrar morralla y volantear cuidando no entrellevarse a otros cafres, sonando el claxon, mentando madres, discutiendo con un pasajero anterior que no entregó completo el importe... Todo a la vez. En eso sí son insuperables los méxican drivers.
Puedes pedir tu parada para bajar, con sólo jalar el cordoncito o puchando un botón cerca del maneral de la entrada. Claro, dicho cordón no es como el de los camiones de tu pueblo, destartalado y vuelto hilacho. Este es de fibra sintética ex profeso para el jaloneo, digamos que es cordón inteligente, casi fibra óptica.
Para pedir la parada y tomar el transporte te colocas abajo del sign-letrero) y el bas para enfrentito, se descorren las puertas como se dejan ver las entrañas de una nave sideral para bajar la princesa de la Guerra de las Galaxias, o como se abre de capa un disco volador, con resoplido de aire a presión que te alegra el jubiloso espíritu amante de lo moderno, avientas el billete de a dólar con su respectiva cora (25 centavos), te dan el transfer y listo, a recorrer la metrópoli angelina y sus numerosas pequeñas y grandes zonas conurbadas, prácticamente otras ciudades dentro de la macrópoli.
Los bases más modernos, intergalácticos, traen monitor plasma, mensajes de aviso grabados, computarizados, diciéndote qué parada sigue, lugares, rutas, la hora, el clima, el estado de la bolsa (la de valores, no la tuya, esa todo mundo sabe que está jodida)…
Pero es mejor dedicarse a apreciar la excelsa panorámica de la megalópoli. (Si es que no tienes a la vista las piernas de alguna linda pasajerita).
Vámonos a recorrer Los Angeles. A explorar esta ciudad que hace honor a su nombre:
Los Angeles de Gasparín Pataeperro, vestido con el traje esplendoroso del Príncipe de las Estrellas.
Por supuesto, como ya usted lo habrá imaginado, voy en el expreso a Hollywood, a ver a mis nenas, es decir, a devolverles la amabilidad de su visita en el Joans on third, allá charlaremos sin que nos mire Juana.

QUE VIVA EL MOJADO POWER

Mi primera madrugada en Los Angeles, en aquél barrio de latinos, fue inolvidable. Me despertó, todavía muy oscuro, y así ha sido desde entonces, la enérgica actividad de nuestros connacionales.
En todos los edificios se escuchaban las licuadoras preparando la batería de chocomiles para los nenes que se van a la escuela.
Sus papis hacen lo posible por darles educación, con la esperanza de que no terminen de esclavos como ellos.
La radio y televisión hispana comanda este alboroto: Primera edición, noticias, Piolín por la mañana, amanecer ranchero, las diez seguiditas del recuerdo, una canción por la mañana, madrugando con don Cheto...
En la actualidad tengo terminantemente prohibido, por mi teacher de inglés, oír o ver esas deliciosas y llegadoras ondas electromagnéticas en español, escucho canales gringos, que le dan una especial importancia al estado del tiempo y al reporte de tráfico.
Ya en el bus algunos terminan de completar ese reparador sueño suspendido por ronquidos, arrumacos o el lloro de algún nene. Yo antes de subir al transporte me tomo mi café con donas de a dólar y le doy una ojeada rápida al periódico. Leo, por prescripción escolar, Los Angeles Times. Muy de pierna cruzada. Hasta parezco intelectual, de la Universidad de Los Angeles. Qué sé yo.
Me entero que la ciudad tuvo su origen en el pueblo que se llamó De Nuestra Señora de los Angeles, por parte de familias hispanas provenientes del sur californiano, de lo que hoy son tierras del noroeste mexicano. Incluso el nombre California, al parecer obedece a una raíz latino-hispana, que significa horno de cal, o sea el lugar donde abundan los hornos para producir cal.
Las ciudades de origen latino encierran algo de historia; Duarte, Santa Anna, El Segundo, San Gabriel, incluso en el área gabacha, Redondo Beach, hablan de esas imborrables raíces. Barrios de latinos, de gente trabajadora que vive en forma muy modesta.
Al poco tiempo identifiqué la raza; los chambeadores por un lado, los baquetones por el otro.
Hay lacras, como en todo, pero yo pongo mi fe en el mojado luchón, el progresista, el que no se raja, no se rinde ante nada, y es además solidario con su gente. Por ellos me atrevo a gritar con todas mis fuerzas: ¡Que viva el mojado power y que vivan también, aunque a escondidas del profe Stevenson, los programas en español!
Así aullé y me respondió una metralla: ¡Qué viva! ¡Qué viva!
Y luego un chistoso: ¡Qué viva mi suegra, que está en La Virocha!
¡En La Virocha! Pos este. Cómo que en Seatle o en Chicago. Ah no, en La Virocha, ahí cerca de La Culebra y de no sé cuántos más pueblitos de nombrecito rascapetate y chic.
¡Simón, claro que sí, que viva La Virocha y puntos circunvecinos!, respondí, y se desgranó una salva de porras, chiflidos de arriero (de esas florituras de labios, aire y saliva). Tracatraca de aplausos. Y también un: ¡Qué viva Tecuitata, ajúa!

PRESENTACION

HOLA, TENGO UN AMIGO QUE ESCRIBE MUY INTERESANTES TEMAS ACERCA DE SI MISMO. ESTO NO TENDRÍA IMPORTANCIA,SI NO FUERA POR SU CONTEXTO.
EL ES UN CIUDADANO MEXICANO, EMIGRADO ILEGALMENTE A ESTADOS UNIDOS, Y RESEÑA MAGISTRALMENTE TODO LO RELACIONADO CON SU TRASLADO A ESE PAIS, SU FORMA DE VIDA Y SU ENTORNO. ES SUMAMENTE INTERESANTE, PERO NO TIENE TIEMPO DE ABRIR UN BLOG. LO VOY A HACE POR EL , PARA QUE LLEGUE A TODOS USTEDES. EMPIEZO