viernes, 27 de noviembre de 2009

LAS FIESTAS DE COMPOSTELA, ACROSTICO

F orcados de Mazatlan
I rrumpiran en la Arena,
E n funcion monumental
S eguido de "El Chihuahueño"
T auromaquia colosal...
A lla en mi pueblo sureño...

D omingo García Ayón
E ncargado del evento
L inda fiesta programó

P or Dios, que gran movimiento
A nima a mi parentela,
T oreros de gran talento,
R ejoneadores de escuela,
O rgullosos, faustos, diestros
N o habia visto en Compostela...

D e aquella tarde taurina,
E l dia 4 de Diciembre,
L a fecha ya se aproxima...

S uelten al toro, señores...
E stán cerradas las puertas!!!
N o olviden, mis matadores,
O rar, por si en la reyerta
R asga el toro tus fragores...

D el Centro son los astados
E nfrentemoslos señores...

L a fiesta estremecera
A l Rancho de "La Ilusión"

M is amigos, los invito...
I nviten a sus paisanos,
S aquen en sonoro grito
E se óooole soberano
R ian con humor exquisito...
I nmigrante soy Mi hermano;
C ompostelence es mi origen,
O igalo bien mi paisano.
R egreso hasta mis raices
D esde el sur californiano,
I ntento volver al pueblo
A ntes de que acabe el año

LA APARICION DE UN ANGEL

De pronto sintió una mano posarse en su cabellera. Volteó y vio un rostro luminoso de cabellos de oro. ¡San Juditas Tadeo o algún ángel del señor!, exclamó poniéndose de pie.
Pero luego se percató que era un hombre, al que le daba de frente el sol de la tarde. El individuo se disculpó: —No pretendía asustarla —dijo— pero la vi tan triste...
Era de algunos 30 años, pelo castaño, tez blanca, no mal parecido, en silla de ruedas. Dijo llamarse Angel Barrientos. (Ella tenía razón: era un ángel).
Lupe, a su vez se presentó, y pronto empezaron a intercambiar impresiones. Así supo que era un exiliado salvadoreño que estudiaba y trabajaba en Los Angeles de manera legal, gracias a un programa de ayuda para personas con limitaciones o capacidades diferentes.
—Pero cuéntame —dijo él— ¿por qué estás tan afligida?
—Es porque no hallo empleo y necesito enviar dinero a mis hijos —explicó.
Fue entonces que Angel le ofreció realizar algunas tareas domésticas y así empezó ella a llevarle también su ropa a lavar, luego haría lo mismo con prendas de amistades de Angel, como los Verdía, un matrimonio de homosexuales discriminados. Los Verdía eran personas responsables, positivas, que terminaron depositando su confianza en Lupita y le dieron las llaves del departamento para que lavara cortinas, cobijas, edredones y todo lo que tuviera que llevarse a lavar de inmediato o asearse ahí mismo.
Angel le mostró el camino de la mejor laundry y aún la apoyó en el manejo de esas poderosas máquinas.
Entre tanto, la vida en casa de los Martínez seguía su curso. Lupe supo que Tony tenía que presentarse a diario en un centro de readaptación para drogadictos, donde recibía terapias de recuperación psicológica. Por su parte, los niños Linda y Robert habían sido remitidos a un bootcamp, que es un lugar destinado a muchachos con graves problemas de conducta. Ahí permanecían largas temporadas y sólo salían por autorización de la social worker asignada.
Lupe desconfiaba de Tony pues por su negocio de carros traía mucho pelón, socios suyos, y se echaban como fardos sobre el sofá, frente al monitor, dedicándole miradas turbias y procaces.
Fue por ese entonces que Angel le ofreció llevarla a un lugar donde quizá podría trabajar y vivir. En ese lugar él prestaba sus servicios como maestro de pintura y escultura.
Angel era ayudado por el gobierno gringo con una beca para cursar la materia de política exterior latinoamericana en la Universidad del Sur de California. Había viajado a su país El Salvador cumpliendo actividades extracurriculares y en breve estaría comisionado en las jornadas de movilización por la reforma migratoria.
—Estoy feliz con tu ayuda —dijo él— Ahora parejeo en limpieza y presentación con el rector de mi universidad.

LA MICROEMPRESA DE LA LUPIS

Lija y espátula en mano, amén de jabón, cloro y removedor de manchas, Lupe intentaba asear la casa de los Martínez.
Era su escaso tercer día ahí y se había propuesto corresponder al hospedaje con la limpieza de aquél escondrijo de talibán mugriento.
Acomedida como era, no quería estar “de oquis” en lo que hallaba trabajo, búsqueda a la que dedicaba buena parte del día. Pero meter en cintura el lugar era empresa gigantesca. Ni siquiera la ropa podía ordenar, porque apenas lo hacía y los Martínez la dejaban regada por todos lados. Y en cuanto a la mugre milenaria, ni con esmeril. (Quizá apenas técnicas ultra con que se limpia la cantera de las catedrales góticas).
Sin proponérselo se fue enterando de los manejos de sus anfitriones. Ya sabía que se ayudaban con el programa de gobierno Wellfare, pero aparte Tony hacía trafiques yendo a las subastas de carros, de esos que decomisa el gobierno, donde por escasos 200 o 250 dólares adquiría un cacharro que podía vender en 2000 o 2500 enredando a inocentes paisas. Aquellas basuras a la postre sólo acarreaban problemas y mentadas de madre.
Lupita ya era conocida entre sus vecinos por su constante ir y venir del 408 (nido de los Martínez) a la lavandería, londri, laundry room—cuarto de lavado, empezaba a llamarla Lupis, con soberbio acento gabacho.
Pronto nuevas amistades le pidieron que también les llevara la ropa a lavar. Y entonces ideó utilizar una desvencijada plancha de sus anfitriones —que jamás utilizaban en su ropa guanga y arrugada— dejando más presentables las prendas.
Luego recorría bodegas, tiendas y cuanto sitio aparecía en el periódico “La Opinión” de Los Angeles, tratando de pescar jale.
Procuraba comer lo menos dañino de los alimentos congelados y chatarra que guardaba el refrigerador. Vestía algunas prendas obsequiadas por Lenny, rescatadas del cerro de ropa amontonada en el sofá.
Una tarde, después de caminar mucho en su obstinación chambista, descansó en la placita Olvera.
Ahí veía los vestigios de lo que alguna vez fue el origen de Los Angeles, fundado por hispanos, y aunque aquellas epopeyas, leídas en las inscripciones de las casas museo, la instaban a no rendirse, la depresión y el derrotismo la iban invadiendo.
Siempre había sido fuerte. Enfrentar a su marido Cipri, hombre de excesos y violencias alcohólicas, la había hecho resistente, nunca se había derrotado en la vida, pero ahora sentía no poder más, lejos de sus hijos, de su madre, sin dinero, en ciudad extraña, ni el rosal de un jardín cercano la enternecía, ella tan amante de las plantas. Ahora no le llamaba la atención, metida en sí misma.
Como siempre que se sentía en aprietos, acarició las estampas de san Judas y san Martín de Porres, pero agregó una ayuda extra, la virgen de Guadalupe, su santa patrona.
Echaba mano de todo. No veía la salida.

Origen del Dia de Accion de Gracias, en los E. U.

Los Peregrinos que celebraron la primera acción de gracias en Plymouth en 1621, habían salido de Inglaterra para Holanda en 1608, perseguidos por sus creencias religiosas. En 1620 decidieron zarpar para la Colonia Virginia.

Al llegar a Plymouth, Massachussets, conocieron al indígena Squanto, quien les ayudó a sobrevivir el crudo invierno. Muchos murieron debido a la pulmonía y el escorbuto.

Al cosechar su primer maíz decidieron hacer una fiesta para celebrar. Los soldados desfilaron, tocaron trompetas, y dispararon cartuchos en blanco.

Invitaron a 90 indígenas, quienes compitieron con ellos en carreras y saltos, y llevaron cinco ciervos para la comida, que incluía pato, ganso, venado, mariscos, pan blanco, pan de maíz, y verduras. Según la historia, en esta primera celebración no se incluyó el pavo, ni la salsa de arándano, ni la torta de calabaza, que son los platos favoritos del Día de Acción de Gracias moderno.

Desde 1621 hasta 1863 se celebró esporádicamente y en distintas fechas, y por ser una celebración religiosa, algunos gobernadores consideraban que decretarla era interferencia estatal en la religión. Aunque el presidente Washington había emitido una proclama en 1789, fue el presidente Lincoln quien decretó el feriado nacional durante la Guerra Civil.

Esta fiesta se aprovecha para hacer grandes reuniones familiares. Por la mañana se acostumbra ver por televisión el gran desfile del Almacén Macy’s en Nueva York, el cual incluye bombas gigantescas, carrozas, bandas, figuras de los personajes más conocidos por los niños, y hasta Papá Noel, pues para muchos esta fecha marca el principio de la época navideña.

Las familias se reúnen para una comida opípara que incluye el pavo relleno, las batatas, la salsa de arándano, el puré con salsa de carne, el pan de maíz, la cebolla en salsa blanca, la torta de calabaza, y los pasteles de carne picada con frutas. Por la tarde se ven partidos de fútbol americano en estadios o por televisión. Los deportes han sido parte importante de esta celebración desde el principio.

Lo más importante de esta fecha es el enfásis que se ha puesto a los largo de los años, sobre la importancia de ser agradecidos. Agradecimiento es un elemento vital en la vida humana. Nunca dejes que se pierde el agradecimiento en tu vida.

martes, 24 de noviembre de 2009

Noviembre 24. NACE CON LA ESTRELLA DEL ORIENTE, FRAY JUNIPERO SERRA !!!

Bosquejo historico-vivencias personales, por el reencuentro de un misionero con un maestro rural...

Fray Junipero Serra, nacido en el siglo como Miguel Josep Serra i Ferrer (Petra, Mallorca, 24 de noviembre de 1713 - Murió en Monterey, California, 28 de agosto de 1784), fue un fraile franciscano, doctor en Filosofía y Teología, evangelizador y fundador de varias misiones en la Sierra Gorda de Queretaro, asi como en la Alta California, donde estableció las misiones de Los Ángeles, San Gabriel, San Juan Capistran, San Francisco, Sacramento y San Diego.

MI PRIMER CONTACTO CON EL FRAILE FRANCISCANO...

Descubri el nombre de Fray Junipero Serra, entre las amarillentas paginas de un Compendio de Historia que casi siempre escudriñaba, a la hora del receso, en la Biblioteca de la Escuela Normal Urbana, de Tepic, Nayt. A principios de los ochenta, como inquieto apasionado por la historia, quise descubrir la identidad de este gran personaje, pero esa lacónicas referencias, entremezcladas con la ignorancia colectiva y mi desparpajo intelectual de adolescente, terminaron por abortar temporalmente dicho proposito...

Fray Junipero Serra era infinitamente más de lo que para muchos representa, la denominación de una empresa hotelera o la estatua que se yergue en la explanada del Templo de la Cruz...sitio que por cierto fue el refugio temporal de este connotado misionero, en sus contadas visitas al puerto de San Blas. Antes de que el Ex-convento de la Cruz se abriera al publico, por iniciativa gubernamental, tuve el privilegio de adentrarme en esa ruinosa construcción, no solamente a la nave principal, con su antologia de leyendas y tradiciones que sucedieron al hallazgo de la celebre y venerada Cruz de Zacate...Camine, junto con mi amigo Joaquin Hernandez por oscuros pasadizos y celdas... eramos unos niños y no nos resulto difícil adentrarnos en lo oscuro de ese antiquísimo remanso arquitectónico...mas bien apasionante, jugando a las escondidillas, escuchando infinidad de historias, leyendas y cuentos de espanto...Tal vez por la imaginación infantil o por efectos de psicofonia, una pequeña voz entro por mis oidos, para decirme...algun día nos volveremos a ver...

EL SEGUNDO CONTACTO, EN LA SIERRA GORDA DE QUERETARO...

Con una diferencia muy grande en el tallaje intelectual y la magnificencia de quehaceres...volvi a tener contacto con Fray Junipero Serra...Ya como maestro rural y despues de haber trabajado en pequeñas comunidades y poblados, deje mi sitio burocratico en la SEP, abandone mis trajines en la actividad sindical y, movido por fuerzas superiores a mi raciocinio y voluntad, fui a parar a la Sierra Gorda de Queretaro... Bellísimo lugar...un verdadero vergel, no diria que un paraiso, por el cuadro espantoso de miseria que ahi pude conocer y compartir, al lado de los pobres mas pobres del país...

En el rostro de mis niños, inocentes pupilos, vi un destello hermoso y una luz de esperanza, las mismas señales que vió aquel fraile franciscano, cuando llego a esa accidentada region, para ejercer su labor pastoral, acompasada con su humanitario papel como intercesor, abogado y maestro de los indígenas pame-otomies, tan severamente lastimados por el latigo español...

Tuve que reconocer en el rostro de la gente, en sus testimonios y no solamente en bellas fotografias, las magnificentes obras realizadas por Fray Junipero Serra en las misiones de Conca, Tilaco, San Miguel y Jalpan....donde el indígena fue educado y dotado de una identidad inevitablemente dolorosa, pero necesaria, en la pila del bautismo, el taller de los frailes y las oficinas y tribunales europeos en la Nueva España...

Mis mejores años como maestro los llegue a vivir allá...mas cuando conocí a la emerita orden de los escolapios...misioneros católicos, no diocesanos, que siguiendo la tradición de su santo patron, San Jose de Calazans, han llevado a cabo una importante labor de educación y respaldo a las comunidades marginadas de esa apartada region... Ahi tuve mis nuevos puntos de contacto con tan querido personaje, llevando el pan y las letras a la gente pobre, mostrándoles el sendero de la organización y la lucha...dando la comunión a los enfermos e inyectandole felicidad a esa gente tan desamparada...

ULTIMOS AVISTAMIENTOS ENTRE UN MISIONERO Y UN INMIGRANTE ILEGAL...

Acá en el Sur de California, con profunda alegria me encontre con Fray Junipero Serra...caminando un dia por la Placita Olvera, lugar mexicanísimo donde se presume, se dieron los primeros asentamientos de El pueblo de Nuestra Sra. de los Angeles...ahí, bajo la hermosa sombra de un abedul, posé mi vista en un apartado monumento de piedra...grande fue mi sorpresa al descubrir en placa alusiva, el destellante nombre de ese individuo tan portentoso, que caminando dias, semanas y meses enteros, habia llevado en su nombre la grandiosa obra constructiva de los franciscanos...

Apenas unos minutos despues, tuve la oportunidad de recordar mis viejas lecturas con los escolapios de Queretaro...en el Instituto Cutural Mexicano pude obtener una vasta información acerca de las misiones fundadas por aquel venerable fraile mallorquino en lo que hoy son las modernas ciudades de San Diego, Los Angeles, San Gabriel, San Luis Obispo, San Antonio, San Francisco, Sacramento y finalmente la Mision de San Carlos Borromeo, en Monterey California, ultimo sitio explorado por Miguel Josep Serra i Ferrer, mejor conocido por la humanidad con el venerable nombre de Fray Junipero Serra...

24 de Noviembre de 2009...un modesto homenaje al venerado Beato, quien con una dolorosa y punzante herida en el pie derecho, traspaso las actuales fronteras, estampando sus huellas en el camino y su nombre en la historia..

NOTAS CURIOSAS SOBRE EDUCACION, QUE LEO EN EL EXCELSIOR DE MEXICO...

Los niños mexicanos redactan como zombis
Lilian Hernández
Excélsior/26 de enero de 2009

Quien aprende a escribir adquiere otra habilidad para comunicar y dejar constancia de sus ideas; sin embargo, para los niños de primaria, e incluso para algunos de educación superior, poner en una hoja de papel lo que piensan no resulta sencillo. Silvia Rojas Drummond, académica del Laboratorio de Cognición y Comunicación de la UNAM, señaló que saber leer y escribir no es igual a saber plasmar una idea completa, pues la mayoría de los estudiantes aprende a unir palabras sin lograr emplear la escritura como una forma de comunicación en diferentes contextos culturales.

“A veces, como docentes, simplificamos o pensamos que el enseñar a escribir es enseñar a los niños a trazar letras o a hacer oraciones con mayúsculas y el problema es mucho más amplio. “Pocas ocasiones les enseñamos a expresar las ideas, porque no les explicamos cómo exponerlas, cómo planearlas, cómo confrontar diferentes tipos de texto de acuerdo con diferentes situaciones sociales: son problemas muy amplios”, puntualizó la profesora de la facultad de Sicología de la máxima casa de estudios del país.

En ese sentido, concluyó que los estudiantes aprenden palabras, pero esto es insuficiente para lograr una expresión escrita correcta. El problema, explicó, es que por un lado les enseñan la gramática y las convenciones de la lengua, pero se deja a un lado la comprensión del contexto para identificar a quién se escribe, por qué se le escribe y determinar cuál es el papel del escritor.

De esta manera, añadió la profesora Rojas, no es extraño que los datos recabados por el Instituto N acional para la Evaluación de la Educación (INEE) indiquen que, en expresión escrita, 43% de los alumnos de tercero de primaria, 63% de sexto grado y 56% de tercero de secundaria no alcancen un dominio mínimo en expresión escrita. La coautora del libro La expresión escrita en alumnos de primaria, editado por el INEE como un material para apoyar la práctica educativa, detalló que el problema radica, básicamente, en que la enseñanza de la escritura se hace de manera fragmentada y descontextualizada, dando importancia a los aspectos mecánicos, lo cual no tiene sentido para los niños.

“La enseñanza de la expresión escrita no se hace con propósitos comunicativos reales. Es decir, los niños no la aprenden a usar fuera de la escuela y en diferentes ámbitos, por lo cual no saben expresarse a través de su escritura, porque no aprenden el para qué, para quién y por qué se escribe.

Al respecto, la SEP reconoce que la enseñanza de la escritura es deficiente y esto ha sido confirmado por las evaluaciones de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), al registrar que la calidad de la escritura de los alumnos de México está por debajo del mínimo esperado. De acuerdo con el Examen de la Calidad y el Logro Educativos (Excale) del INEE, las mayores fallas se presentan en la coherencia de lo que escriben, en la consistencia de género y número, ortografía, puntuación y segmentación.

Aunado a estos problemas, otros estudios sobre la escritura han detectado en alumnos de cuarto, quinto y sexto de primaria que, al elaborar un texto narrativo, no respetan la estructura textual, por lo cual rompen la secuencia lógica del relato, y en los textos argumentativos, los argumentos no suelen ser pertinentes, suficientes ni aceptables. De manera similar, al redactar textos expositivos, los educandos suelen copiar los textos leídos, por lo que sus producciones a veces carecen de coherencia global y no hay integración entre las ideas escritas.

Para Valentina Jiménez Franco, también de la facultad de Sicología de la UNAM, la deficiencia en la expresión escrita que presentan los alumnos requiere una reestructuración de la enseñanza, en la que los maestros no enseñen palabras, sino que les den los pasos para organizar las ideas y puedan plasmarlas en un papel con textos coherentes. “Hay que enseñarlos a razonar el lenguaje escrito y no repetir las palabras.

No hay que enseñarles a memorizar, sino que aprendan a unir las palabras con un enfoque sociocultural, que aprendan a escribir haciendo actividades y reflexionando cómo lo plasma y no sólo memorizando”, apuntó la especialista en cognición y comunicación. De esta manera, consideró que lo más importante de una oración no sólo es que aprendan a identificar el sujeto, el verbo y los complementos, sino que reflexionen la oración para que asimilen la idea completa. K qso dcr? Ante la expansión de los celulares y con ello la comunicación vía SMS, los estudiantes han optado por recurrir a abreviaturas, a fin de ahorrar espacio, por lo cual crean sus propios códigos de comunicación.

“En vez de escribir una palabra completa, usan letras o abreviaturas, lo cual no es malo, porque es un código de comunicación”, mencionó la profesora Rojas. Sin embargo, lo importante es que los niños y adolescentes no apliquen estos códigos para otras expresiones escritas y aprendan a diferenciar los contextos.

“Los niños crean su propio lenguaje, su propia escritura a través de los mensajes y no está mal; lo importante es que para esas prácticas utilicen esos códigos, pero que también sepan utilizar una escritura adecuada y no se queden con errores o se acostumbren a usar este tipo de escritura en todo”, subrayó.

lunes, 23 de noviembre de 2009

MISTER LENCHO Y MISTER PANCHO

Dolarito y Pesito cargan alteros de folletos que van repartiendo en las casas o colocando en los parabrisas. Muy locuaces platican:
—¿A ti cómo te gustaría llamarte? —pregunta Pancho— ¿Eduardo o Edward? ¿Tomy o Tomás? ¿Steve o Esteban? Digo, porque ahora que tenemos “documentos” (del Mc Arthur Park) somos ciudadanos americanos y debemos arreglar nuestro nombre.
—¿Se trata —preguntó Lencho— de bautizarnos? Porque si es así requerimos un riego de cerveza.
—No, no, tranquilo —repone Pancho— no somos gente perdulera, tenemos sueños y ambiciones y somos honestos. O casi. ¿Te gustaría llamarte George?
—¡George! —respinga Lencho—¿Y qué peros le pones a Jorge, así a lo pelón?
—Bueno —aclara Pancho— hay que estar de acuerdo con el santoral gringo, no vas a venir aquí a esta nación del progreso y el modernismo, donde todo es chic, con tu nombre naco. Nooo, hay que estar ad hoc.
—Ah ok… —asiente Lencho— A los gringos les vale gorro como te llames, Doroty o Dorotea, Justin o Justiniano, Jeremy o Jeremias, Tony o Toño, Jhon o Juan, Lenny o Elena, para ellos, su santo principal es el billete verde.
—Ya te fuiste por la tangente... —exclama Pancho— En fin, yo te llamaré Lench, mi Dolarito Lench.
—Ah pues yo te llamaré Mister Pancho, Pesito, mister Pancho… Nomás no quieras que hagamos nuestra primera comunión.
—Nooo maaanches… Bueno, ¿y usted mister Lencho a qué aspira en este país de las oportunidades y de las güeras cuerpo de divina garza?
—No, pues yo, mister Pancho, quiero juntar una lana para ir a conocer la Riviera Nayarit.
—¿No conoce usted la Riviera Nayarit?
—No. ¿A poco usted sí?
—Tampoco. —Reconoce Pancho— Bueno, el corazón de la mera Riviera Nayarit, donde están los hoteles de lujo y todo eso, no. Conozco Rincón de Guayabitos, o Matanchén, o los Cocos…
—Ah claro, y Los Ayala y Sayulita, o La Manzanilla —agrega Lencho—. Pero los campos de golf, los spam, todo eso no, uf, neta, mi buen, que los jodidos no tenemos patria, bueno, salvo un pedacito donde tiras tu catre en la colonia donde vives…
—¿Qué no tenemos patria? —protesta Pancho— No, mi valedor, la tenemos. Que otros nos la hayan agandallado por un rato, hasta que nos pongamos víboras, es distinto.
—Neta —asegura Lencho— No importa que existan playas exclusivas a las que no podemos entrar, tenemos en cambio las sierras, los esteros, tantas cosas.
—Por eso —concluye Pancho— hay que juntar una lana y regresar al paraíso. Un terrenito en algún rancho, tu vieja, no importa que fodonga o molacha o como sea...
—Sí, así es. Chóquela mi compa.
—Chóquela, mi paisa.
Y siguen chambeando en aquellas áreas de residencias, carrazos y jardines bien cuidados, y el tío Sam los mira con ojos chivatones.