Benditos sean los Estados Unidos, tierra de sueños que da su fruto pródigo a legales e ilegales, sin distinción.
Bendita sea la migra, porque nos ejercita y prepara para ser atletas en saltar fronteras, incluso las más inaccesibles, y ser campeones, victoriosos héroes nacionales reconocidos por presidentes de nuestro país de origen.
Bendito sea el Mc Arthur Park, aunque esta proclama resulte ofensiva, vulgar o paradójicamente hasta maléfica pero ¿de qué otra forma nosotros los mojarras podremos ingresar al mercado laboral, si no es brincándonos la barda desde el patio trasero?
En el Mc Arthur Park se juntan los vientos alisios y contraalisios, no sólo del águila y la serpiente, sino las corruptelas y degradación del águila imperial, nosotros no podemos aspirar a otro refugio legal que el consulado mexicano, donde la única documentación que ofrecen es la matrícula consular, que de algo sirve, para abrir alguna línea de crédito menor o una cuenta de ahorro, o el envío de dinero. En lo demás la documentación pirata es lo único a que podemos aspirar en esta bendecida tierra donde es valorada la fuerza de trabajo.
EU, bendecida nación, ha sido para muchos de nosotros la tierra de la esperanza e incluso de la felicidad cumplida.
Venirse de mojado no es una ocurrencia personal, mucho menos la determinación de convertirte en criminal, violando las leyes de población, las leyes laborales o cualesquier otra forma de regulación legal debidamente impuesta por las autoridades de esta nación. Vergüenza debería darle a las autoridades mexicanas estar acelerando con sus injustas políticas el proceso de pauperización, de miseria extrema en nuestro masacrado y hambriento país, pero benditas sean, pues al fin de cuentas es obvio que todo forma parte de un plan cósmico de Dios, no compresible pero en el cual hasta los opresores están puestos con un fin.
Un poder infinitamente superior a mí me ha traído con bien hasta estas tierras y confío absolutamente en que me regresará con bien, al ranchito y el aula que abandoné, con un gran pesar, hace casi tres años. Es una lástima que mis paisanos tengan que "echar toda la carne al asador", viniendo a estas tierras, para emigrarse o vivir indefinidamente, con o sin familia, ya que regresarse es volver de nuevo a vivir las pesadillas que los hicieron tomar la difícil decisión de abandonarlo todo, aunque tenían muy poco, casi nada.
Y no obstante, benditas sean nuestras circunstancias y benditos sean los gobiernos de México, pese a su historial de injusticias y políticas pauperizantes de la gran masa social. Pues, viéndolo bien, nos obligan a tomar el reto de afrontar la epopeya del ilegal, lo que nos afina para ser mejores día con día, resistentes a sus actitudes erróneas.
Lloramos sangre pero aprendemos a tomar aprecio a la vida, valorar el trabajo, estimar, con la lejanía, la importancia de la familia. Nos fraguamos en la soledad para saber amar.
Quizá opresores y oprimidos sólo juegan papeles, roles, en el juego divino universal. Unos para entrenar, con su dureza, otros para aprender (al final de cuentas ambos para aprender) en este trayecto de la escala infinita cósmica.
Eduardo Peña Ureña
Bien lo dijiste amigo, opresores y oprimidos somos un juego divino universal, no comprendido como lo escribes, pero todo esta puesto para un fin. Saludos.
Hace 3 horas
Rafael Ojeda Diaz
Ustedes lo "ilegales", no violan ninguna Ley. El trabajo es derecho de todos los hombres por el mandato divino que ha inspirado no solo la escritura sagrada, también ha inscrito su voluntad superior en las CONVENCIONES INTERNACIONALES que protegen ese derecho. Los tratan como intrusos porque los gringos siempre juegan ese doble papel, de explotarlos como trabajadores con el disimulo hipócrita de sus autoridades y por otro lados los persiguen como si fueran criminales para congraciarse con sus sindicatos y grupos de presión étnica-laboral que los combaten porque son su competencia.
Los U.S. aplican para la amenaza inmigrante, la misma estrategia de la posguerra-fría, son guerras de baja intensidad para mantener a raya el statu quo; o dicho de otro modo proceden como lo explicó Darwin, aniquilan a los débiles y dejan sobrevivir al más apto. Los quieren allá porque son imprescindibles para mantener en movimiento el modo de vida americano; en eso no les sirven los negros, los cubanos, los puertorriqueños, los europeos ex comunistas y quien sabe si tampoco los centroamericanos. En una palabra no los dejan crecer más allá de los que necesitan.
En medio de toda esta telaraña de intereses, florecen historias como la que magistralmente nos relatan deliciosamente Ustedes amigos muy apreciados por esta comunidad.
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Bolivar Oramas
Oh! Bendito Estados Unidos que Madreas países, depredas el ambiente en aras de tu gente, Haces matazones en nombre de la democracia, expropias petroleo, maderas, tierras, y discriminas a quien te ha dado tu lujosa forma de vivir. Bendito sea tu dios el dinero y tus Ángeles flamígeros que cuidan tu patrimonio. Bendito seas.
Hace 2 horas
Eduardo Peña Ureña
Bendito pais que te metes donde no te llaman, y pisoteas a los que te difaman, por tener gobernantes hijos del diablo.......... jjajajaj, para completar al compa Bolivar
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MUY MISTICO Y ELEVADO A LAS MUNDANALES OPINIONES ESTABAS, AMIGO JUAN. TE COMPRENDO EN PARTE,PORQUE MI "NACIONALISMO" PROTESTA POR TANTA BENDICION AL VECINO DEL NORTE, NI MODO , :)
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